Estoy sumergida en una extraña calma...
creo que estoy asumiendo y comprendiendo la paciencia...
Hoy escribiste que la felicidad es un regalo que no puedes abrir y eso me provocó
un ligero sentimiento de abandono, de perdida de la esperanza...
pero no quiero perder la calma, transformo mi pensamiento y reflexiono...
tus decisiones, y deseos son tan volubles, que no tomaré esto como una definitiva...
tal vez mañana despiertes con un corazón valeroso y decidas atreverte a amar...
mientras tanto yo decido no entregarme al miedo, ni a la angustia, ni al desasosiego...
Reflexiono acerca de mi y me doy cuenta que la paciencia es la gestadora de la vida,
y yo he sido hasta ahora un fracaso en este tema... así es que esta vez voy a hacer
consciente este proceso en mi, voy a esperarte con paciencia y amor, mientras realizas tu transformación
para que tu corazón madure y se fortalezca y tal vez, solo tal vez, lata con fuerza y circule el amor por tu sangre y comiences a vivir...
Yo estaré en calma, sin prisa, pero sin pausa, porque realmente creo que un proyecto de vida a tu lado...
merece la pena de esta espera... de estos días de desamor...
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